Desde aquí, desde mi búnker
donde he besado una media docena de labios,
donde encuentro refugio y escape
donde recibo visitas impropias
y algunas sorpresivas.
Aquí donde me gana el egoísmo
y siento la necesidad de arrebatar
las Lunas regaladas
todas y cada una de ellas
las que iban adornadas con palabras cursis,
las que apenas se asomaban
las que tardaban en
menguar.
Aquí donde las palabras no surten efecto,
donde los tratos son de palabra
donde las caricias se quedan impregnadas
en un viejo sillón.
Aquí donde muero de calor por las noches
y me siento devorado por los mosquitos.
Aquí donde la piel alba es bienvenida
y se lleva recuerdos imborrables.
Aquí donde las cópulas son encuentros casuales
donde residen fantasmas de viejas aventuras
que vuelven a la vida de cuando en cuando.
Aquí donde la charla infinita se convierte en
Historias.
Aquí donde el deseo es el pan de cada día,
donde las miradas lascivas no son vistas como un pecado
donde alimentamos el alma con infinito
deseo.
Aquí la complicidad es un requisito
aquí la soledad no es vista con malos ojos
aquí las mentadas de madre son de lo más sabroso
Aquí defendemos nuestras creencias
aquí como se dice vulgarmente «no nos andamos con mamadas»
Aquí Dios camina de nuestro lado.
Aquí nos robamos las ideas sin temor
a ser acusados de plagio.
aquí un abrazo sella todo y cura
cualquier malestar
Aquí el apretón de manos es un pacto.
Aquí se habla de guerras y sin pena
se admiten las batallas perdidas.
Aquí es lo más parecido a una
U-TO-PÍ-A